Trabajos Manuales: Los esclavos del tomate.

México, un país con explotación infantil.

En Sinaloa se cultiva el tomate de exportación, este trabajo manual lo realizan cientos de niños fuera de la escuela.

Llegan a Sinaloa 200 mil jornaleros de los estados de Veracruz, Oaxaca y Puebla, de estos 24 mil son menores de 14 años. Se les paga  a un peso con 40 centavos por kilo de tomates recolectados, siendo el padre quien cobra la paga de los menores.

Estas exportaciones generan grandes divisas al país, y para los agricultores cada uno de los niños jornaleros deja grandes ganancias porque producen lo mismo que un adulto, cortando los tomates fácilmente con sus pequeñas manos, no se quejan del trabajo duro bajo los rayos del sol, los fumigantes y  plaguicidas.

Pero si se encuentra alguna anomalía en las empresas, como la presencia de los niños laborando, la multa máxima es de 155 salarios mínimos, equivalente a 8 mil pesos, los administradores del campo son notificados antes de la visita realizada  por los inspectores del IMSS y  de la STySP, esto les da tiempo para limpiar y despejar las áreas de trabajo.

Los pequeños que no trabajan pero estudian reciben becas de parte del programa  Sedesol, hay inconformidad porque la beca no se les da a todos. Sufren discriminación por no hablar español,  el certificado que se les entrega no tiene validez a las escuelas que asisten en su comunidad de origen.

A pesar de todo esto, los niños olvidan por un momento el trabajo, divirtiéndose en un arroyo de aguas negras,  con un barquito de papel,  una bolsa de plástico que sirve para construir un cometa y  refrescándose del calor.

En México 5 millones de niños trabajan, de los cuales 65% no recibe pago.
Sinaloa, una entidad donde más niños trabajan.